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sábado, 6 de junio de 2009



























Tengo sed de ser un árbol
quiero ser el alma del árbol
poseer el amor del árbol
tengo sed de ser el río
hijo de la colina
El árbol ojo de la tierra
sueño de Dios
morada de los hombres
cuna de la sombras
columna vertebral de los columpios
aldea de los pájaros
el árbol quiero ser
instrumento de viento
alimento del viento
morada del viento
canción entre mis hojas
árbol padre de cerezas
refugio de la lluvia
tengo sed de no ser hombre
como lo dije alguna vez
espero algún día poder regresar a la montaña






miércoles, 15 de abril de 2009


Siempre que con la lluvia
se acerca mi mayo
me siento más joven
por ende más muerto
la juventud se me hace estar tranquilo
y listo para irse
ser viejo es en cambio
tener veintitantos años
y pensar que al mundo
hay que hacerlo
y destruirlo ahora mismo
solo los jóvenes carecen de tiempo
aparte del presente
Escasean el recuerdo
todo lo han vivido
todo lo olvidan
muy pocos que viven
llegan a nacer.

jueves, 19 de marzo de 2009


Mis libros queridos
Mis queridos libros
Hojas hechas de la piel del árbol
Reposan silentes en mis estantes
De ronca madera
Sosiegan mis libros en los brazos del árbol
Esparciendo un canto
A la sombra del libro a la sombra del árbol
Sin decir palabra
Dueños del silencio
A quienes mece el viento
Como a las ramas del árbol
Y de libro en libro
Como de tronco en tronco
Voy talando la muerte
Voy entonando mi ritmo
En un bosque que planto
En la raíz del libro
En la tierra del árbol.

domingo, 15 de marzo de 2009



LA CASADA INFIEL .


Y que yo me la llevé al río
creyendo que era mozuela,
pero tenía marido,
Fue la noche de Santiago
y casi por compromiso.
Se apagaron los faroles
y se encendieron los grillos.
En las últimas esquinas
toqué sus pechos dormidos,
y se me abrieron de pronto
como ramos de jacintos.
El almidón de su enagua
me sonaba en el oído
como una pieza de seda
rasgada por diez cuchillos.
Sin luz de plata en sus copas
los árboles han crecido,
y un horizonte de perros
ladra muy lejos del río.
Pasadas las zarzamoras,
los juncos y los espinos,
bajo su mata de pelo
hice un hoyo sobre el limo.
Yo me quité la corbata.
Ella se quitó el vestido.
Yo, el cinturón con revolver.
Ella, sus cuatro corpiños.
Ni nardos ni caracolas
tienen el cutis tan fino,
ni los cristales con luna
relumbran con ese brillo.
Sus muslos se me escapaban
como peces sorprendidos,
la mitad llenos de lumbre,
la mitad llenos de frío.
Aquella noche corrí
el mejor de los caminos,
montado en potra de nácar
sin bridas y sin estribos.
No quiero decir, por hombre,
las cosas que ella me dijo
la luz del entendimiento
me hace ser muy comedido.
Sucia de besos y arena,
yo me la llevé del río.
Con el aire se batían
las espadas de los lirios.
Me porté como quien soy.
Como un gitano legítimo.
Le regalé un costurero
grande, de raso pajizo,
y no quise enamorarme
porque teniendo marido
me dijo que era mozuela
cuando la llevaba al río.


1928

Federico Garcia Lorca
*A manera de Antología Erótica, este bello poema, (ambos)

Yo soy el tipo

Yo soy el tipo/ el bebedor de cerveza.
El que vació revólveres
en latas de cerveza
en medio del desierto.
El que se bebió las cervezas
y escribió poemas alcoholizados
en el oxidado pellejo de la arcilla.
Yo soy el tipo que atravesó el desierto
detrás de un luminoso oasis
y cuando lo alcanzó/ se encegueció de espejismos.
El que abandonó el desierto
cuando el viento desparramó poemas
con olor a cerveza
y se vino a la ciudad.
Yo soy el bebedor de cerveza
el que navegó en barcas de cristal
cuando todos reían a carcajadas
bebiendo blancas bebidas en lujosas habitaciones.
El que cantó la canción del infinito
en un bar miserable del bajo de esta ciudad/
donde los bebedores de birra
se tiran en la vereda con una bolsa en la cara
a viajar por los bordes del paraíso.
Yo soy el que se acostó con dos minas una noche
y se despertó solo y sediento
a beber una cerveza
entre bardas rojas de un desierto amarillo.
Yo soy el tipo cansado de este mundo viejo
de hipocresía y usura/
el perseguidor de una palabra luminosa
que cure las llagas de infelices y hambrientos.
Yo soy el bebedor de cerveza
el que intenta la salvación o el desesperado perdón
escribiendo sucios poemas
plagiados a otros poetastros y poetitas
en medio de esta ciudad de tristes corazones.
El poeta in-mundo peleando en este mundo
de absurdas razones para la miseria/
vate urbano o lenguaraz de baratija
esparciendo bagatela poética
a ingenuas mujercitas que lagrimean de emoción.
Yo soy el que conoce el sabor de su sangre
desde el día que nació/
y mi garganta conoce la sed
antes que el sabor de una mujer.
El que se junta con bardos y borrachos
en bares pringosos y escucha su alcohólica musa
y hace que les cree y se emociona
al menos por un rato/
el tiempo necesario para fingirme poeta
y tomarles una cerveza.
Yo soy el que vio a Dios convertido en francotirador
disparando sobre la cabeza de los creyentes
desde la azotea de un bar en medio de la ruta.
Yo soy el tipo que gritó revolución
en medio de unos cuantos hijos de puta
que honraron a la patria
silenciando la palabra de hombres y mujeres
a punta de fuego y sangre mutilada.
(perdón 30.000 voces desaparecidas).
Yo soy el tipo/ el bebedor de cerveza.
Aldo Luis Novelli
-Argentina-

Todo nos llega tarde

Todo nos llega tarde... ¡hasta la muerte!
Nunca se satisface ni alcanza
la dulce posesión de una esperanza
cuando el deseo acósanos más fuerte.

Todo puede llegar: pero se advierte
que todo llega tarde: la bonanza,
después de la tragedia: la alabanza
cuando ya está la inspiración inerte.

La justicia nos muestra su balanza
cuando su siglos en la Historia vierte
el Tiempo mudo que en el orbe avanza;
Y la gloria, esa ninfa de la suerte,
solo en las sepulturas danza.
Todo nos llega tarde... ¡hasta la muerte!

Julio Florez

lunes, 9 de marzo de 2009

El naufragio

Afirmo que lo he intentado.
Con una violencia que no cabe en mí.
Con un desaforado anhelo de vencer.

Pero los días multiplicaron el sonsonete de mi desgracia,
el ávido escozor del incendio que devora mis ojos.

¡Créeme! ¡créeme!
integra he sido
torrente golpeador que silenciaste
evidente misterio de ternura y fracaso.

Mi naufragio carece de la magia del puerto
que recoge los últimos restos al garete.

Afirmo que lo he intentado.
Pero heredé la hierba que no sabe de olvidos
y bebí la más pura porción de su veneno.

Sofia Acosta
-Argentina-

*Poema tomado de la publicación Opúsculo No 1 aparecida por primera vez el lunes 14 de Mayo de 1979, a las 6:30 de la tarde.
Esta publicación es la continuidad de El Sumo Zumo y El Plegable, igualmente dirigidas por el poeta Arturo Arcángel.



Qué hacer

Voy a cebar un mate
A fumar un cigarro
A leer un poema

Soy un adicto
Fue una semana de mierda

Prefiero el dolor de cabeza
Que me produce el tabaco
Prefiero con la bombilla
Seguir quemando mis labios
Y al leer el poema
Seguir alimentando mis vicios

Larry Mejía.

*Tomado de mi cuaderno argollado 5 materias

Pregón de los raponeros de la poesía

Venid a ver
este cartel.
Se pinta en él,
se cuenta en él
-y lo comenta el brujo-
la peripecia
del raponero
de la poesía

(pongámoslo en plural,
pues son plurales
los raterillos
de la poesía.)

Mirad aquí:
cluecas histéricas,
menopáusicas,
incapaces
De poner un huevo
que obra no fuese
de un pato loco
y extranjero.

Mirad este otro cuadro:
son injertos de lianas
abrazadas
a troncos poetas indefensos;
escamas de la piel abandonada
por el pitón desdeñosa
y ahíta.

Y en el otro cuadro
el cartel muestra:
ecos equívocos
de voces varoniles;
espejos empañados
de los rostros más bellos;
cacofonías
que agravian
la palabra.

Y este dibujo os dice:
conchas vacías
de suculentos frutos;
muertas olas
tras le gran merejada
de la gran poesía;
algas podridas
sobre la playa literaria.

Y el pregón finalmente pregona:
Tartamudos de la angustia
Verdadera:
simuladores de la pasión
sincera;
falsificadores de la palabra
veladora ;
meros abortos de la vanidad

Venid
todos vosotros:
los inocentes
los incautos
los hambreados de poesía.
venid
a ver
este cartel:
se pinta en él,
se cuenta en él
-y lo comenta el brujo-
cómo los raponeros
consumaron su crimen
sobre la virgen poesía.

Jorge Zalamea

*Tomado de Cantos, publicado en 1975 por el Instituto Colombiano de Cultura.

Soneto

Poeta soy, si es ello ser poeta.
Lontano, absconto, sibilino. Dura
lasca de corindón, vislumbre oscura,
gota abismal de música secreta.

Amor apercibida la saeta
Dolor en ristre lanza de amargura.
El espíritu absorto, en su clausura.
Inmóvil, quieto, el corazón veleta.

Poeta soy si ser poeta es ello.
Angustia lancinante, pavor sordo.
Velada melodía en contrapunto.

Callado enigma tras intacto sello.
Mi ensueño en fuga. Hastiado y cejijunto.
Y en mi nao fantasma único a bordo

1944

Poeta sono

Poeta sono, se é ció esser poeta.
Lontano, celato, sibillino. Dura
Scheggia di corindon, tetro barlume,
Goccia abismal di musica segreta

Amor che dalla freccia fu colpito.
Dolor in resta, lancia di amarezza.
Pensieroso lo spirito, in clausura.
Banderuola il cuor, quieto ed immoto

Poeta sono, se è ciò esser poeta.
Angoscia lancinante, timor sordo.
Velata melodia in contrappunto

Dientro intatto sugel tacito arcano
Il sogno in fuga. Stanco ed accigliato
Nel mio vascel fantasma unico a bordo

Traduzione da
Vincenzo Josia.

León de Greiff

*Texto tomado de la Antología Multilingue, publicado por Colcultura en 1995.


lunes, 16 de febrero de 2009



Sencillamente

Sin ira
sin odio
Sólo con la fuerza del amor

Punto de vista

Desde el punto de vista de esta tierra que piso
Desde este ángulo
o de cualquiera
se ven cosas que abren los poros de la tristeza
Se ve,
por ejemplo
al hombre dolido en su condición de ser
Dolido en su condición de hombre
Se ven cosas
¡Mire usted!

En todo caso

¿Para qué tener donde caerse muerto?
Lo mejor es no caerse

La risa de mi infancia
A Pepe Barroeta

La risa de mi infancia
dejó eco en la copa de los árboles
Hoy vivo ojeando la floresta

La ciudad con su red de calles nos atrapa
y la cabellera del bosque
aumenta su insoportable lejanía
Bajo los cimientos
la tierra recuerda al sol
Recuerda la sobra de los pájaros
y hace recordar
que en el cementerio
las viejas tumbas
tienen flores de olvido
grietas de soledad


Orlando Pichardo

martes, 10 de febrero de 2009



la amebas huyen de la luz
son feítas
el color de las cianobacterias varía
hay doradas verdes azules y violeta
y algunas especies fijan el nitrógeno
el agua y unos pocos minerales
el paramecio en otra cosa
tan hermoso!
los paramecios se reproducen asexualmente
pero también sexualmente
mediante un proceso llamado conjugación
como los verbos
los paramecios son organismos de vida libre
que habitan en el agua clara
son como hippies pequeñitos
todos peludos

Natanael

Este poema lo tomé del libro Letanías publicado en Bogotá en el año 2001 por el escritor Francisco Díaz-Granados Marín, publicado por Terra Nova Ediciones



Sabiduría

Nada a las fuerza próvidas de mando,
pues mi propia virtud he comprendido.
Me basta oír el perennal ruido
que en la concha marina está sonando.

Y un lecho duro y un ensueño blando;
y ante la luz, en vela mi sentido
para advertir la sombra que al olvido
el ser impulsa y no sabemos cuando...

Fijar las lonas de móvil tienda
junto a los calcinados precipicios
de donde un soplo de misterio ascienda;

y al amparo de nímenes propicios
en dilatada soledad tremenda
bruñir mi obra y cultivar mis vicios.


Porfirio Barba Jacob

Este poema lo tomé de El Corazón Iluminado, publicación hecha por la Biblioteca Popular de Cultura Colombiana en Bogotá en el año de 1942, año de la muerte del poeta. Desconozco si esta edición fue posterior a su fallecimiento, pero sí lo creo ya que este aconteció en 14 de enero de dicho año. Lo cual me recuerda la frase de Julio Flores, todo nos llega tarde, hasta la muerte.

27 años

Es una cosa seria
tener ventisiete años
en realidad es una
de las cosas más serias
en derredor se mueren los amigos
de la infancia ahogada
y empieza a dudar uno
de su inmoralidad.

Roque Daltón

De Taberna y otros lugares, premio Casa de las Américas 1969.

El Rey León

Rondeles

1

Esta mujer es una urna
llena de místico perfume,
como Annabel, como Ulalume...

Esta mujer es una urna.

Y para mi alma taciturna
por el dolor que la consume,
esta mujer es una urna
llena de místico perfume...!

León de Greiff

Rondeles

1

Cette femme est une urne
qui mystiquement parfume
comme Annabel, comme Ulalume...

Cette femme est une urne.

Et pour mon ame taciturne,
pour la douleur qui la consume
cette famme est une urne
qui mystiquement parfume...!

León de Greiff

Traduit par André Van Wassenhove

Este poema lo tomé de la Antología Multilingue publicada por Colcultura en 1995, la selección de los poemas y el prologo estuvieron a cargo de Hjalmar de Greiff, hijo del poeta. El libro incluye traducciones al Alemán, Catalán, Checo, Euskera, Filipino (Tagalog), Francés, inglés, Italiano, Malayo (Indonesico), Ruso y Sueco. A propósito de la múisica en la obra del maestro.
El Negador

¿Por qué? Se pregunta
y no encuentra respuesta
los signos de interrogación desaparecen
y la negación lo absorbe,
salta de la N a la O
y se hunde, se ahoga
y vuela al mismo tiempo.
Absurdo preguntar por qué,
es sólo un ahogado
que vuela por el aire
en un delirio de escepticismo,
así que no vale la pena preguntar,
es preferible negar
negar porque sí y porque no,
negar que se puede preguntar,
negar que se pueda responder,
negar por negar,
negar el ayer, negar el mañana
negar el hoy también
Pero jamás el yo,
Para poder negar hasta siempre jamás.

Nicolas Suescún.


Este poema lo tomé de la antología La voz de nadie, publicada por la Casa de Poesía Silva, (que no es de Silva sino de Pedro Alejo y sus secuaces) y que fue seleccionada por su autor.

miércoles, 4 de febrero de 2009




Cada palabra

Cuando la muerte es inminente, la palabra -cada palabra- se llena de sentido. La sentimos nacer al fin grávida, indispensable. Esplende lo que por años había sido nuestra duda: su fasto, conquista del mundo. Nombramos la centella que nos mata: el mundo es una palabra. No hay tiempo entonces que perder y esta experiencia última, única nos resarce de toda patria.

Jorge Gaitán Durán

Poema tomado de La tierra que era mía.

Imagino



Algo queda del hombre antiguo
Que hubo en mi...

Porfirio Barba Jacob



La gana se va perdiendo en el camino del cuerpo
El deseo es una llama que de sí misma se consume
La noche hace de las suyas en mi alma
Sus chispas que agonizan me apuñalan
La noche exorciza la esencia del poema
Aniquila el verso con sus esquirlas de agonía
L
E
T
R
A por letra, lentamente
Ella como tú se toman su tiempo
Y una copa de Vermut
Para hacernos el amor como el odio
Siempre se quita la ropa
A la noche le abro los brazos
Como mis pupilas al sol
Inevitablemente
Acorde al instinto
El valor de mi cuerpo se mece
Dando tumbos en espera del día
Las ácidas gotas que iluminan la ruta
Son notas de piano que se suicidan en mi.




Preludio


Cómo llorarlos a ustedes que han sido muertos y aniquilados seguros de que no morirán con su obra inacabada como si la metálica hoz se detuviera por una flor entre la hierba.

Charles Raznikoff


A Eduardo Cote Lamus y Leonardo Lozano




Hay poetas que al escribir me van matando
Segundo a segundo
Letra a letra
Su palabra me desangra

Hay poemas como lava de volcán
Implacables y asesinos

Hay poetas que al morir
Apenas nacen
Y una estrella que mancha la noche
Reconoce su secreto

Hay poemas que me duelen más
Cuando aún no se han escrito

Hay poetas como agujeros negros
En los que caemos todos
Y caemos con ellos

El universo envuelto en sus papeles

El poema es un misterio
Concentrado en las pupilas

Hay poetas capaces de curar el odio
Cuando su voz
Se me va fundiendo en la existencia
Cual si fueran sus versos
Un ataúd
Que en lugar de enterrarse
Se me fuera enalmando para siempre


Larry Mejía





Una soledad urbana

Tomo de la calle
para escribir este poema
de soledad urbana,
como ejemplo:

La ausencia de la pintura
en las paredes
de una casa, que añosa
cae sola.

La inclinación del poste
que tiene, por falta
de eléctrica corriente
un farol que hace tres meses no ilumina.

Las paradas del autobús urbano
que a estas horas
es sólo de cuando en cuando visitada
por un perro famélico
que revuelve basura, desperdicios.

Un borracho, dormitando
abrazado a un gran pomo
en el quicio del número sesenta.

Un zapato tirado en la avenida
señalando hacia el sur
donde a estas horas
empezará el invierno.

Un charco, único y solo
vestigio de la tormenta
donde un perro, otro, uno negro,
crudo o sediento,
bebe.

Un bote de cerveza
justo junto a la acera,
como quien busca
calor o compañía.

Quizá ya te hayas preguntado
todas esas cosas absurdas para qué
y como siempre tú tienes la razón
ahora también tienes razón
hubiera sido más fácil decirte que te extraño
o, mejor,
como dijo un poeta amigo mío:
“Ahora estoy tan solo que cualquiera
diría que estás conmigo”



Armando Soto Rueda

(Morelia, Michoacán 1955). Ganó el Tercer lugar en el Concurso Estatal de poesía 1983. Sus poemas se encuentran dispersos en diferentes revistas y periódicos. Fue profesor de literatura en las escuelas preparatorias de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
El poema anterior lo tomo del libro Los nombres y las letras muestra de la poesía contemporánea en Michoacán 1965-2007. Jitanjáfora Editorial.