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lunes, 16 de febrero de 2009



Sencillamente

Sin ira
sin odio
Sólo con la fuerza del amor

Punto de vista

Desde el punto de vista de esta tierra que piso
Desde este ángulo
o de cualquiera
se ven cosas que abren los poros de la tristeza
Se ve,
por ejemplo
al hombre dolido en su condición de ser
Dolido en su condición de hombre
Se ven cosas
¡Mire usted!

En todo caso

¿Para qué tener donde caerse muerto?
Lo mejor es no caerse

La risa de mi infancia
A Pepe Barroeta

La risa de mi infancia
dejó eco en la copa de los árboles
Hoy vivo ojeando la floresta

La ciudad con su red de calles nos atrapa
y la cabellera del bosque
aumenta su insoportable lejanía
Bajo los cimientos
la tierra recuerda al sol
Recuerda la sobra de los pájaros
y hace recordar
que en el cementerio
las viejas tumbas
tienen flores de olvido
grietas de soledad


Orlando Pichardo

martes, 10 de febrero de 2009



la amebas huyen de la luz
son feítas
el color de las cianobacterias varía
hay doradas verdes azules y violeta
y algunas especies fijan el nitrógeno
el agua y unos pocos minerales
el paramecio en otra cosa
tan hermoso!
los paramecios se reproducen asexualmente
pero también sexualmente
mediante un proceso llamado conjugación
como los verbos
los paramecios son organismos de vida libre
que habitan en el agua clara
son como hippies pequeñitos
todos peludos

Natanael

Este poema lo tomé del libro Letanías publicado en Bogotá en el año 2001 por el escritor Francisco Díaz-Granados Marín, publicado por Terra Nova Ediciones



Sabiduría

Nada a las fuerza próvidas de mando,
pues mi propia virtud he comprendido.
Me basta oír el perennal ruido
que en la concha marina está sonando.

Y un lecho duro y un ensueño blando;
y ante la luz, en vela mi sentido
para advertir la sombra que al olvido
el ser impulsa y no sabemos cuando...

Fijar las lonas de móvil tienda
junto a los calcinados precipicios
de donde un soplo de misterio ascienda;

y al amparo de nímenes propicios
en dilatada soledad tremenda
bruñir mi obra y cultivar mis vicios.


Porfirio Barba Jacob

Este poema lo tomé de El Corazón Iluminado, publicación hecha por la Biblioteca Popular de Cultura Colombiana en Bogotá en el año de 1942, año de la muerte del poeta. Desconozco si esta edición fue posterior a su fallecimiento, pero sí lo creo ya que este aconteció en 14 de enero de dicho año. Lo cual me recuerda la frase de Julio Flores, todo nos llega tarde, hasta la muerte.

27 años

Es una cosa seria
tener ventisiete años
en realidad es una
de las cosas más serias
en derredor se mueren los amigos
de la infancia ahogada
y empieza a dudar uno
de su inmoralidad.

Roque Daltón

De Taberna y otros lugares, premio Casa de las Américas 1969.

El Rey León

Rondeles

1

Esta mujer es una urna
llena de místico perfume,
como Annabel, como Ulalume...

Esta mujer es una urna.

Y para mi alma taciturna
por el dolor que la consume,
esta mujer es una urna
llena de místico perfume...!

León de Greiff

Rondeles

1

Cette femme est une urne
qui mystiquement parfume
comme Annabel, comme Ulalume...

Cette femme est une urne.

Et pour mon ame taciturne,
pour la douleur qui la consume
cette famme est une urne
qui mystiquement parfume...!

León de Greiff

Traduit par André Van Wassenhove

Este poema lo tomé de la Antología Multilingue publicada por Colcultura en 1995, la selección de los poemas y el prologo estuvieron a cargo de Hjalmar de Greiff, hijo del poeta. El libro incluye traducciones al Alemán, Catalán, Checo, Euskera, Filipino (Tagalog), Francés, inglés, Italiano, Malayo (Indonesico), Ruso y Sueco. A propósito de la múisica en la obra del maestro.
El Negador

¿Por qué? Se pregunta
y no encuentra respuesta
los signos de interrogación desaparecen
y la negación lo absorbe,
salta de la N a la O
y se hunde, se ahoga
y vuela al mismo tiempo.
Absurdo preguntar por qué,
es sólo un ahogado
que vuela por el aire
en un delirio de escepticismo,
así que no vale la pena preguntar,
es preferible negar
negar porque sí y porque no,
negar que se puede preguntar,
negar que se pueda responder,
negar por negar,
negar el ayer, negar el mañana
negar el hoy también
Pero jamás el yo,
Para poder negar hasta siempre jamás.

Nicolas Suescún.


Este poema lo tomé de la antología La voz de nadie, publicada por la Casa de Poesía Silva, (que no es de Silva sino de Pedro Alejo y sus secuaces) y que fue seleccionada por su autor.

miércoles, 4 de febrero de 2009




Cada palabra

Cuando la muerte es inminente, la palabra -cada palabra- se llena de sentido. La sentimos nacer al fin grávida, indispensable. Esplende lo que por años había sido nuestra duda: su fasto, conquista del mundo. Nombramos la centella que nos mata: el mundo es una palabra. No hay tiempo entonces que perder y esta experiencia última, única nos resarce de toda patria.

Jorge Gaitán Durán

Poema tomado de La tierra que era mía.

Imagino



Algo queda del hombre antiguo
Que hubo en mi...

Porfirio Barba Jacob



La gana se va perdiendo en el camino del cuerpo
El deseo es una llama que de sí misma se consume
La noche hace de las suyas en mi alma
Sus chispas que agonizan me apuñalan
La noche exorciza la esencia del poema
Aniquila el verso con sus esquirlas de agonía
L
E
T
R
A por letra, lentamente
Ella como tú se toman su tiempo
Y una copa de Vermut
Para hacernos el amor como el odio
Siempre se quita la ropa
A la noche le abro los brazos
Como mis pupilas al sol
Inevitablemente
Acorde al instinto
El valor de mi cuerpo se mece
Dando tumbos en espera del día
Las ácidas gotas que iluminan la ruta
Son notas de piano que se suicidan en mi.




Preludio


Cómo llorarlos a ustedes que han sido muertos y aniquilados seguros de que no morirán con su obra inacabada como si la metálica hoz se detuviera por una flor entre la hierba.

Charles Raznikoff


A Eduardo Cote Lamus y Leonardo Lozano




Hay poetas que al escribir me van matando
Segundo a segundo
Letra a letra
Su palabra me desangra

Hay poemas como lava de volcán
Implacables y asesinos

Hay poetas que al morir
Apenas nacen
Y una estrella que mancha la noche
Reconoce su secreto

Hay poemas que me duelen más
Cuando aún no se han escrito

Hay poetas como agujeros negros
En los que caemos todos
Y caemos con ellos

El universo envuelto en sus papeles

El poema es un misterio
Concentrado en las pupilas

Hay poetas capaces de curar el odio
Cuando su voz
Se me va fundiendo en la existencia
Cual si fueran sus versos
Un ataúd
Que en lugar de enterrarse
Se me fuera enalmando para siempre


Larry Mejía





Una soledad urbana

Tomo de la calle
para escribir este poema
de soledad urbana,
como ejemplo:

La ausencia de la pintura
en las paredes
de una casa, que añosa
cae sola.

La inclinación del poste
que tiene, por falta
de eléctrica corriente
un farol que hace tres meses no ilumina.

Las paradas del autobús urbano
que a estas horas
es sólo de cuando en cuando visitada
por un perro famélico
que revuelve basura, desperdicios.

Un borracho, dormitando
abrazado a un gran pomo
en el quicio del número sesenta.

Un zapato tirado en la avenida
señalando hacia el sur
donde a estas horas
empezará el invierno.

Un charco, único y solo
vestigio de la tormenta
donde un perro, otro, uno negro,
crudo o sediento,
bebe.

Un bote de cerveza
justo junto a la acera,
como quien busca
calor o compañía.

Quizá ya te hayas preguntado
todas esas cosas absurdas para qué
y como siempre tú tienes la razón
ahora también tienes razón
hubiera sido más fácil decirte que te extraño
o, mejor,
como dijo un poeta amigo mío:
“Ahora estoy tan solo que cualquiera
diría que estás conmigo”



Armando Soto Rueda

(Morelia, Michoacán 1955). Ganó el Tercer lugar en el Concurso Estatal de poesía 1983. Sus poemas se encuentran dispersos en diferentes revistas y periódicos. Fue profesor de literatura en las escuelas preparatorias de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
El poema anterior lo tomo del libro Los nombres y las letras muestra de la poesía contemporánea en Michoacán 1965-2007. Jitanjáfora Editorial.