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miércoles, 31 de diciembre de 2008




Algunos mandamientos de mi real gana


TIEMPO

Hay penas largas que causa la noche
pero se van con el día
Buscan amaneceres eternos
en mis manos las cenizas
Hay amores que me causa la vida
ojalá se vayan sin mí
cuando se ponga la muerte.

RELIGIÓN

Dios en mí
Yo en él
¿Quién es quién?
Entre dos gotas de agua.

ECLIPSE

Niñez: sol
Juventud: edades
Vejez: soledades

I

La costumbre fluvial en tus pupilas,
el reto marino en mis cabellos.
Pobres gotas de otros tiempos
buscando amor en un mar muerto.


LA MUERTE

La muerte tiene vida propia…
la tuya.

VARIACIÓN

Cría cuervos y…
nunca más.

CONTRADICCIÓN

Una mano que dice adiós
es una mano gritando no.

PERFECCIÓN

Si Dios fuera perfecto, tal vez nadie creería en él.

miércoles, 3 de diciembre de 2008


Quién si no yo

A María

Donde no puedas amar pasa de largo
Federico Nietzsche



Voy a decirte la verdad
Uno solo debe buscar amor
En todos
En todas
En ninguno
En sí mismo
En la costumbre
En el cubierto que te acerca las lentejas
En las lentejas
En cualquier esquina
En un pent house
En la escalera
En la curativa epidermis del huevo
En las pepas que escupimos
De la sandía
Que comemos
En la boardilla que pesa
De libros y besos
En el pañuelo donde reposan las lagrimas
Cuando el E.S.M.A.D nos hace llorar
En el Néctar azul de Darío
En el Néctar verde de Federico
En el Néctar rojo de León
Uno debe buscar amor
En todas las formas del caleidoscopio
En la música y sus sombras
En la palabra
Y sus escombros
En la levadura del pan
Que se eleva en el espíritu
Y el estomago lleno
En el corazón fatigado
En el odio
En el negro
En ti
En mí
En ellos
En la soledad que me acompaña
En esa amada
Que no llega
En ese piano que no aprendí a tocar
En el ajo
En el amarillo del Rey Sol
En el azul de Besson
En el rojo de Kieslowski
En el sándalo
Que perfuma el hacha que lo tala
En el hacha que trae el sándalo a tus manos
En las manos que llevan el hacha hasta el sándalo
En un Wolswagen ronco
En los relojes sin batería
En todas las esperas
En la espera que aún te espera
En los dedos de Fito Páez
En el whisky malo
Y su traje Espíritu Santo
En las mejillas del viento
En los billetes que ya no circulan
En los amigos que te hacen avalúos
En una moneda cayendo
En el ajiaco tan sublime
De esta raza tan irrazonable
En una lata de Coca Cola helada
En una lata de Coca Cola vacía
En una lata de Pepsi
En Dios
En dios borracho
En un calado
En esos desiertos
Donde lo único que hay son hombres
En los escombros flotantes de Venecia
En el incendio azul y rojo que consumió a nuestros abuelos
En ése que trajo a tu abuelo y al mío
A vivir en esta absurda alucinación
Que es Bogotá y todos mis muertos
En el café que aquí se llama tinto
En el tinto que allá se llama vino
En lo profundo
En lo externo
En Cantabria
En Zipaquirá
En la “e” en la “n”
En la rosa de la espina
En lo que falta
La muerte te alquiló este rato que se llama vida
Ama a ambas
Ama una guitarra sin cuerdas
Es lo que necesito decirte
Ama el exilio del que nunca se va
Ama estas lozas sin mar
Donde el caballo sin tierra
Batalla en un ajedrez
Ama a Arnulfo Briceño
Él me amó sin conocerme
Ama porque amar
Es condenar a la inmortalidad un sueño
Ama a las mujeres que no me amaron
Porque también algunas balas me fallaron
Ama los paraguas que no paran aguas
Ama ese octubre que me oprime
Ama a los artistas
Ellos son hombres que no lo saben
Ama al punto
Fin de toda línea
Suspensivo del suspenso
Vigoroso y bemol
Ama a los recuerdos
Ya que uno solo recuerda a lo que teme
Ama la Ciudad de Kostantinos
Porque él sabio
No quiso titularla Universo
Ama a los perros que te muerden
Porque su lengua te conoce
Ama a quien te diga mentiras
Ama las manos perdigones de caricias
Ama la olla al final del arco iris
Si así te place tu libre caso
Olvida lo anterior
Solo ama amor
Hija mía
Uno debe buscar el amor
El amor en todo y en nada
En los seres como yo
Que a falta de vida para darte
Te dieron esta muerte que hoy te escribe.
















lunes, 1 de diciembre de 2008


Señor Lobo, en Nariño sí se puede ser bien bestia


Qué vergüenza Don Antonio Navarro Wolff y su huelga de hambre de 48 horas, en un país donde la paz está en brazos caídos, donde nadie come y no a propósito, qué vergüenza su pancarta de “En Nariño Si Podemos”. Amigo Lobo, “sí” debe llevar tilde para que sea afirmación, se les pasó a sus asesores el detalle, igual de ignorantes a usted que deben ser ellos, igual de ilusos, pero no igual de hambrientos a nuestros paisanos que tanta hambre aguantamos, hambre de todas las clases. En 48 horas estará usted comiendo langostinos, con el dinero nuestro y con la vergüenza suya, que ojalá no salga en los noticieros internacionales. Además usted debe estar acostumbrado al hambre, eso no es proeza, o si no ¿cómo hizo cuando la granada le voló la quijada? ¿Qué va a hacer con sus pañitos de agua tibia?, ¿tomar suero para demostrar su valía con el pueblo nariñense? Pacato, payaso, bestia. Fue que el “amarillito” se le subió a la cabeza, y la resaca de la conciencia lo obligo a ser solidario con sus votantes. Pero no se preocupe que Don Álvaro en la hora 25 de su huelga, va a salir corriendo para donar su sueldo en aras de resarcir el error de los socios de D.M.G., y si no lo hace Álvaro, seguro que el Señor Murcia lo hace, que para eso a él le sobra la plata.
No se nos ponga famélico, no se nos ponga débil que la debilidad política le cuesta bastante al hambre del pueblo, no haga eso, no arme una carpa blanca con un aviso, sin ortografía para mostrarle a Colombia su buen corazón, que afrenta llevar el circo a las casas de los que no tienen pan. Mire no más como toda Colombia le dona a los damnificados de la “ola invernal” mercados y más mercados, y ollas, y colchones, más bien haga fila y coma que por hacer estas huelgas debe estar perdiendo la razón y la redacción, por Dios querido Lobo, no me haga sentir más vergüenza ajena con su solidaridad. No haga campaña con actos tan ridículos, más bien vuélvase a armar, tómese el nuevo Palacio de Justicia, róbese la espada de Bolívar, y con ella acuchille un marrano y celebre desde las montañas de Colombia, por su gloriosa izquierda, que no es más que la otra derecha, haga cualquier cosa, una cosa violenta, rastrera, pero algo por lo menos original, por lo menos duradero.
48 horas de hambre en un país que tiene más de 500 años de hambre, por Dios Don Lobo, o si es que le hace falta fiambre, venga a mi casa que mi mamá le prepara ese plato típico que es el arroz con huevo, y una aguapanelita bien caliente que a la fija yo le endulzo con cicuta.

Larry Mejía.
Bogotá 1 de diciembre de 2008