Pregón de los raponeros de la poesía
Venid a ver
este cartel.
Se pinta en él,
se cuenta en él
-y lo comenta el brujo-
la peripecia
del raponero
de la poesía
(pongámoslo en plural,
pues son plurales
los raterillos
de la poesía.)
Mirad aquí:
cluecas histéricas,
menopáusicas,
incapaces
De poner un huevo
que obra no fuese
de un pato loco
y extranjero.
Mirad este otro cuadro:
son injertos de lianas
abrazadas
a troncos poetas indefensos;
escamas de la piel abandonada
por el pitón desdeñosa
y ahíta.
Y en el otro cuadro
el cartel muestra:
ecos equívocos
de voces varoniles;
espejos empañados
de los rostros más bellos;
cacofonías
que agravian
la palabra.
Y este dibujo os dice:
conchas vacías
de suculentos frutos;
muertas olas
tras le gran merejada
de la gran poesía;
algas podridas
sobre la playa literaria.
Y el pregón finalmente pregona:
Tartamudos de la angustia
Verdadera:
simuladores de la pasión
sincera;
falsificadores de la palabra
veladora ;
meros abortos de la vanidad
Venid
todos vosotros:
los inocentes
los incautos
los hambreados de poesía.
venid
a ver
este cartel:
se pinta en él,
se cuenta en él
-y lo comenta el brujo-
cómo los raponeros
consumaron su crimen
sobre la virgen poesía.
Jorge Zalamea
*Tomado de Cantos, publicado en 1975 por el Instituto Colombiano de Cultura.
Venid a ver
este cartel.
Se pinta en él,
se cuenta en él
-y lo comenta el brujo-
la peripecia
del raponero
de la poesía
(pongámoslo en plural,
pues son plurales
los raterillos
de la poesía.)
Mirad aquí:
cluecas histéricas,
menopáusicas,
incapaces
De poner un huevo
que obra no fuese
de un pato loco
y extranjero.
Mirad este otro cuadro:
son injertos de lianas
abrazadas
a troncos poetas indefensos;
escamas de la piel abandonada
por el pitón desdeñosa
y ahíta.
Y en el otro cuadro
el cartel muestra:
ecos equívocos
de voces varoniles;
espejos empañados
de los rostros más bellos;
cacofonías
que agravian
la palabra.
Y este dibujo os dice:
conchas vacías
de suculentos frutos;
muertas olas
tras le gran merejada
de la gran poesía;
algas podridas
sobre la playa literaria.
Y el pregón finalmente pregona:
Tartamudos de la angustia
Verdadera:
simuladores de la pasión
sincera;
falsificadores de la palabra
veladora ;
meros abortos de la vanidad
Venid
todos vosotros:
los inocentes
los incautos
los hambreados de poesía.
venid
a ver
este cartel:
se pinta en él,
se cuenta en él
-y lo comenta el brujo-
cómo los raponeros
consumaron su crimen
sobre la virgen poesía.
Jorge Zalamea
*Tomado de Cantos, publicado en 1975 por el Instituto Colombiano de Cultura.
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